Ahora sí viene el mundial

Volvimos

Después de nuestra fugaz estrategia de promoción, finalmente comenzamos con la indispensable tarea pedagógica que todo mundial amerita. Desde nuestro anterior encuentro, lo único relevante que puede señalarse es la clasificación de nuestra selección, que dio lugar a dos escenas históricas para nuestro fútbol:

el abrazo psicótico

y

la reflexión que merecía el periodismo argentino

http://www.youtube.com/watch?v=Ym4EB-pEZDU

¿Qué decir del pasado reciente?

Por supuesto que la selección es horrible, a pesar de tener un par de jugadores buenos (Messi, Higuaín, Mascherano; el resto es de normal para abajo). Que el Gordo es garantía de bardo, sí, es cierto. Que Grondona carece de escrúpulos, vaya novedad.

Así y todo, esta selección logró algo milagroso. La gente se interesa por ella, algo que no sucedía desde Passarella para estos tiempos. Toda la sintonía (Mancuso -ayudante de campo del 10 ¿?- peleando con Bilardo, Batista estropeando juveniles, El negro Enrique dirigiendo en Catalunya, Banfield Campeón, Almeyda titular de River) tiene el placer morboso de la decadencia. El fútbol argentino tiene un tufillo ochentoso, mucha deuda, descontrol organizativo, golpismo periodístico. Tyc te hace una campaña para que creas que estamos ante otro 86. La nostalgia es válida, si tenés 40 sobre todo. Pero no nos ilusionemos: ¿alguien puede creer que la Fifa dejaría que Argentina salga campeón con Maradona en el banco? ¿Blatter podría tolerarlo?

Con el gordo estamos condenados a pelear el tercer puesto.

Y lo vamos a conseguir, cosa que va a posicionar al Diego como el dt con mejor resultado en un Mundial después de Bilardo y Menotti. Así, muchos la van a tener adentro, tan adentro que les va a costar sacársela por un par de meses. Hasta que Maradona le de motivos para chillar nuevamente.

Veremos de cerca el caso Argentino, de todos modos, en su debido momento, cuando en Marzo comencemos con la entrega de las zonas del mundial, en la que nuestra redacción está trabajando afanosamente. Por ahora, calentamos la previa con mucha información para palpitar el evento que nos hace sentir, nuevamente, que tenemos 12 años, y que después del partido vamos a ir a jugar en la vereda a que somos Paolo Rossi.