Ladris

Ladris: argentinos en la selección de Paraguay

Siguiendo los pasos de pioneros como Monti en la década del ’30, emulando el milagro de Camoranesi en Alemania 2006, en este mundial, varios compatriotas se pasaron de bando para poder participar. Lamentablemente, hemos sido informados de que Matías Vuoso, finalmente, no va a estar en el plantel Mexicano. Por suerte, Guille Franco no está descartado. Pero quien pateó el tablero desde hace rato es nuestro viejo conocido “Tata” Martino, que persuadió a dos jugadores de adoptar la nacionalidad paraguaya y sumarse otro argento como Johnathan Santana. Así como en s momento lo hicieran el intelectual Ricardo Rojas o el Toro Acuña, esta vez Martino amenaza con llevar a dos muchachos bien argentos que, gracias a los vericuetos legales y la eficiencia de la burocracia guaraní, rápidamente se convirtieron paraguas.
Los muchachos en cuestión son Néstor Ortigoza, el jorobado sin cuello de Argentinos Juniors, al que se le suma ahora Lucas Barrios, goleador del Borussia Dortmund. El primero es un volante con la técnica clásica de la paternal, infalible en los penales, y con una lectura de juego por demás inteligente. Encima, mete y raspa. No tendrá la virilidad del Cuchu Cambiasso, ni la facha de Banega, pero tranquilamente podría estar en la Selección Argentina. Pero en vez de esperar un incierto llamado del Diego, o una covocatoria que lo quemara para por un rato largo, Néstor demostró inteligencia y se aseguró de ir donde más le convenía. Quizás haya aprendido de la aexperiencia de otros, que todavía deben estar lamentándose. Ojo con Néstor, eh, que asusta. Eso sí, si te viene encima tirásela larga que no puede correr a nadie.
El caso de Barrios es curioso. Luego de ser “goleador del mundo” según FIFA en 2008 gracias a los 60 goles que hizo en una temporada para el prestigioso Colo-Colo chileno, Barrios se aventuró a la Bundesliga alemana, en donde, luego de un comienzo dubitativo, la está rompiendo. Siendo claros, Barrios es llamado para cubrir la baja de Salvador Cabañas, quien difícilmente pueda volver a cabecear. Ojo que nivel no le falta, es rápido, es alto, es goleador y busca muy bien la posición para marcar. De hecho, es muy superior a varios muertos de los que lleva el Diez, entre los que se cuentan el hombre magia y el simpático cantante de cumbia que le llenó la cocina de humo a Gianina.
Francamente, daría bronca verlos brillar, pero nos podemos quedar tranquilos, tampoco es para tanto. Por lo pronto, los integrantes de este staff, conmovidos por cosas como las que hizo con Colón, coincidimos en que estaría bueno nacionalizar al Caballo Bonilla, por si se pudre todo y hay que aguantar.