THOUSANDS OF FREE BLOGGER TEMPLATES

viernes, 9 de abril de 2010

Profecía


Vacaciones

Hoy a la mañana, el profeta de esta página despertó tras un sueño perturbador, lo que lo ha llevado a tomarse unas breves vacaciones. No sabemos si es el stress acumulado o el impacto de la siguiente historia, que nos relató antes de pedir licencia. Según su narración, tras comerse una pizza haciendo zapping entre el partido de Racing y el programa de Marley, refiere el profeta, fue presa de un sopor denso e inquietante, acompañado de un perfume de rosas muy penentrante, casi agresivo. Vio entonces ingresar por la ventana a Pier Paolo Pasolini, vestido de motociclista. El difunto se sentó junto a él y le indicó que apagara el televisor. Entonces dibujó una pantalla señalando la pared con el índice y proyectó sobre ella una luz que le salía del pecho. El film mostraba cómo, a último momento, el DT del anunciaba la convocatoria como jugador 23 a el pequeñísimo Dieguito B., que se recuperaba de un fatídico accidente. La cosa provocaba críticas de toda naturaleza de una estupefacta afición y de una prensa mal intencionada. El DT se hacía cargo y sostenía frente a cualquiera que “el equipo lo armo yo” y que “el enano le va a venir muy bien a la Argentina”.
El primer día de concentración en Pretoria, un chiquitín entre tímido, asustado e incrédulo volvía a bañarse luego del exigente segundo turno coordinado por el Diez. Llegó primero a las duchas, y no se animó a abrirlas hasta que escuchó abrirse la puerta del vestuario. Entonces se sintió seguro y le dio rosca. El que venía detrás era la brujita, quien no paró de hablarle, muy amablemente y remarcando varias veces que se acercara a él cuando necesitara algo. Dieguito, al borde de la emoción, le agradeció en todos los idiomas. Para el final de la conversación, vendría lo mejor:
–Nene, sabés que yo le pedí al Gordo que te convoque…
–Uy, ¿en serio? Gracias…
–Sí, bueno, no es nada… El tema es que te trajimos para algo… viste, también para jugar, eh, pero…
–No entiendo.
–Te lo podés tomar bien o mal, a mí me parece que es para tomárselo bien…
–Decime.
–Bueno, pero queremos que nos entretengas un poco, viste. Porque acá van a ser unas cuantas semanas. Y pensé, bah, pensamos varios, que te iba pintar hacernos la trolita.
–No, pará, me estás jodiendo…
–Dale, no me vas a decir que no te pinta…
–No, ni a palos, están locos uds.
–Ok, por mí esta todo bien, igual, seguramente el Gringo quiera hablar con vos, eh.
–Ni en pedo, loco, ya fue.
–Ok, ya te dije que está todo bien. Ahora le digo.

Buonanotte, azorado, quedaba solo en el frío banco del vestuario, viendo a Verón cerrar la puerta. Tras unos instantes de meditación, el Enano fue sorprendido por la irrupción violenta de del marcador más recio del equipo.

­–Pendejo, ¿sos boludo vos?
–Eh, ¿qué pasa?

El tosco lateral, sin volver a pronunciar palabra, redujo al pequeñito y lo sodomizó, no sin dejarle marcas de trompadas por toda la espalda y por la cara. Luego de pegarse una ducha rapidísima, y sin atender a los llantos del diminuto jugador, se retiró vestido apenas con una toalla. Tras él volvió Verón, quien se acercó a consolarlo. “¿Viste que convenía tomárselo bien?”. Con gasa y alcohol le curó un poco las heridas, lo secó, y le dio un beso muy prolongado antes de romperle el culo, esta vez con suavidad y dulzura, algo que el liliputense apreció mucho.

Lo que seguía era una especie de docu-drama en que se veía cómo enfiestaban al nene casi todos los integrantes del plantel argentino, a excepción de la estrella máxima, que estaba como en otra. De a dos, de a tres y una noche hasta de a cinco, destrozaban de placer al enanoide puntero izquierdo. La película terminaba con el chiquitín llevado en andas de algunos compañeros, en un festejo desbocado posterior a la obtención del Mundial luego de vencer a Inglaterra 2 a 1. Los títulos cerraban sobre una foto de la bruja y él abrazados, sosteniendo la copa, pero mirándose entre ellos, con ternura. Después, Pasolini cerró su pecho, acarició a nuestro profeta en la cabeza y se fue volando en una moto imagianria.

Hemos reflejado las palabras de nuestro compañero de redacción con la mayor fidelidad posible, puesto que él se negó a referirlas por sí mismo, con la excusa de que “la imagen de Pozo y Samuel dándole al pibe no me la quiero acordar nunca más”.

Como en todo oráculo, lo más complejo es la interpretación, algo a lo que nuestro profeta se resistió también: “ahora necesito tiempo, dejen que me reponga y hablamos”, se despidió. Nosotros, todavía, nos preguntamos si será un buen augurio.

0 comentarios:

Related Posts with Thumbnails